Los colores monochrome clásicos - negro, blanco, sanguina y sepia - pueden encontrarse a diario en casi cualquier clase de arte, ya que hacen que los dibujos cobren vida con vitalidad y expresión. Esta antigua tradición de dibujo figurativo se retrotrae al Renacimiento, acentuado con blancos y sombras oscurecidas con negro. Las tizas Pitt monochrome también se remontan a la larga tradición del dibujo figurativo, razón por la cual las tizas especiales para abocetar son más duras que las tizas pastel convencionales. Por este motivo, las líneas no desaparecen por completo cuando se difuminan. Las tizas sepia y sanguina se complementan con los lápices de dibujo grasos y no grasos para realizar bocetos y concretar detalles.